¿Cómo limpiar los quemadores de gas obstruidos?
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Si tienes cocina de gas natural, seguro que te suena de qué estamos hablando. Los fogones o quemadores de gas, habitualmente se taponan por la grasa y la suciedad acumulada y dejan de funcionar tan bien como lo hacían al principio. Para que no se estropeen y evitar cualquier accidente, es importante saber cuál es la forma correcta de limpiarlos bien a fondo.
Pasos para limpiar los quemadores de gas obstruidos
Limpiar los fogones de gas solo puede resultar tedioso si los descuidamos durante mucho tiempo. Pero, si hacemos una limpieza regular, no será nada complicado. A continuación te explicamos paso a paso cómo limpiar los quemadores de gas.
- Retira los fogones e introdúcelos dentro de un barreño. (Esto debes hacerlo solo cuando estén apagados y completamente fríos para no quemarte.)
- Llena el barreño con agua, preferiblemente caliente (puedes incluso hervirla en una olla previamente) y, añade un vaso de vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato de sodio.
También puedes utilizar amoniaco en vez de vinagre y bicarbonato. En este caso, como es un producto químico que huele muy fuerte, te recomendamos que en lugar de usar un recipiente abierto como un barreño, lo hagas en una bolsa que puedas cerrar con un nudo o una que tenga cierre de zip. Si vas a elegir limpiar tus quemadores con amoniaco, agita bien la bolsa después de introducirlos y tenerla bien cerrada para que se impregne bien del producto y se vaya despegando la suciedad incrustada. - Deja que repose al menos 2 horas. También puedes dejarlos actuar toda la noche y al día siguiente continuar con su limpieza.
- Saca los quemadores y frótalos bien con un estropajo de aluminio y detergente para lavar la vajilla. Si usaste amoniaco, abre antes las ventanas para que los vapores salgan.
- Introduce un palillo por los orificios de los quemadores por los que sale el gas, para eliminar de ahí también la grasa que se ha quedado acumulada.
- Acláralos con abundante agua tibia, al ser posible con un poco de presión, para retirar bien todos los restos de suciedad.
- Seca bien los quemadores con un paño.
- Limpia también la rejilla y la superficie donde se colocan los fogones con un buen desengrasante.
- Seca todo con un paño limpio y verifica que no queda agua en los orificios, ya que podría dificultar la combustión del gas.
- Vuelve a colocar los fogones en su sitio, comprobando que se quedan bien ajustados.
Beneficios de las cocinas de gas
¿Sabías que las cocinas de gas son las elegidas por los profesionales de restauración?
Es cierto y, se debe a sus múltiples beneficios; se calientan muy rápido y se puede controlar la temperatura en todo momento. Otra ventaja añadida es que en las cocinas de gas se pueden usar ollas y sartenes de cualquier material. Y, sobre todo, son mucho más económicas y eficientes que las eléctricas así que, con ellas, ahorrarás dinero.
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