Edificios con diseño pasivo: eficiencia y ahorro energético

Índice
¿Que es la energía solar pasiva?
La energía solar tiene dos formas de utilizarse; a través de la energía activa, que es la más conocida, aquí nos referimos a la energía fotovoltaica y térmica, y mediante energía solar pasiva.
La diferencia principal radica en que la energía activa consiste en transformar la energía para poder utilizarla después para hacer funcionar nuestros aparatos eléctricos y obtener iluminación. Por el contrario, la energía pasiva no sufre ninguna transformación y la podemos aprovechar gracias al diseño especial incorporado a la edificación (en las paredes, suelos, techos o ventanas).
La energía solar pasiva es compatible con instalaciones de placas solares.
¿Qué es el diseño pasivo?
Se llama diseño pasivo en arquitectura a la forma de proyectar los edificios aprovechando las características medioambientales existentes para lograr que sean más eficientes.
El diseño especial de los edificios solares pasivos cumple dos funciones principales:
- Recoger, almacenar y distribuir energía solar en forma de calor en invierno.
- Rechazar la energía solar que produce calor en verano.
Las condiciones climáticas varían en función de cada ubicación, por este motivo, el diseño arquitectónico debe adaptarse a cada lugar.
Este tipo de diseño permite aprovechar la energía para diferentes usos en una vivienda y reducir al máximo el consumo de energía necesario para sus habitantes, manteniendo el confort interior. Así, se consigue minimizar el uso de los combustibles fósiles convencionales y reducir la contaminación.
Los usos más habituales de la energía solar pasiva en el hogar son:
- Calefacción mediante radiadores o suelo radiante
- Energía eléctrica para aparatos eléctricos y electrodomésticos
- Refrigeración mediante dispositivos de aire acondicionado
- Agua caliente
- Iluminación
Estrategias de diseño pasivo para edificaciones
Como ya hemos dicho, la energía solar pasiva permite mejorar la eficiencia energética de la vivienda y reducir las facturas de luz y gas.
Para ello, es necesario utilizar las estrategias más adecuadas que ayuden a reducir la demanda de energía y conseguir espacios más eficientes:
- Estudiar adecuadamente la ubicación, forma y orientación del edificio
- Utilizar materiales de construcción adecuados
- Instalar paredes gruesas, para impedir la salida de calor en invierno y mantener la casa fresca en verano
- Poner techos con ventilación externa
- Evitar elementos de difícil aislamiento como buhardillas
- Apostar por grandes superficies acristaladas en el lado sur para aprovechar la energía solar
- Optimizar los diseños de las habitaciones para reducir las necesidades de iluminación y calefacción
- Usar altos niveles de aislamiento
- Reducir las pérdidas por puentes térmicos
- Utilizar técnicas de ventilación cruzada
- Poner patios interiores o cubiertas vegetales, como estrategia de climatización pasiva en verano
- Poner galerías acristaladas o muros trombe, como estrategia de climatización pasiva en invierno
- Utilizar elementos de sombreado como toldos o árboles
- Considerar las energías renovables