10 Trucos para usar mejor el frigorífico y ahorrar electricidad

1. FÍJATE EN LA ETIQUETA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA

• Si tienes que renovar tu frigorífico, fíjate en la etiqueta energética y escoge preferiblemente uno de categoría alta, ya que a más eficiencia, menor consumo y gasto.
• Y, a la hora de escoger uno nuevo, no te decantes por el más grande, quizás no lo necesites porque no seáis tantos en casa y, cuanto más grande sea, más consumirá. Así que elige un tamaño acorde a tus necesidades.

Si no tienes que renovarlo también puedes disminuir su consumo con el resto de trucos que te damos en esta lista.

2. ELIGE EL LUGAR ADECUADO PARA SU INSTALACIÓN

• La ubicación del frigorífico a veces no se puede elegir porque no dispongas de otro hueco pero, lo ideal es que el frigorífico se sitúe lejos de cualquier fuente de calor como un radiador, horno, cocina eléctrica o una ventana o lugar soleado. Así evitarás que gaste más para mantener la temperatura interior.
• Además, debe circular suficiente aire alrededor de la nevera, por lo que aléjalo unos pocos centímetros de la pared.
• También es recomendable que se enchufe a una toma de corriente exclusiva para evitar sobrecargas.

3. VIGILA SU MANTENIMIENTO

Si tu frigorífico es antiguo, comprueba que las juntas de goma de las puertas no están deterioradas.

Puedes hacer una prueba rápida poniendo un papel entre la goma y la nevera y cerrando la puerta. Si tirando del papel con la puerta cerrada lo sacas con facilidad, necesita que cambies las juntas.

4. ENCÁRGATE DE MANTENERLO LIMPIO

Procura mantener limpia la parte trasera del frigorífico de polvo y suciedad para que no afecte a su rendimiento.

5. MANTENLO SIN ESCARCHA O HIELO

Los frigoríficos de hoy en día suelen ser “no frost”, por lo que evitan que se cree hielo en la nevera.

Pero, si ves escarcha en las paredes de tu congelador, retírala, ya que aumenta considerablemente su consumo.
Para ello, debes sacar todos los productos del congelador y desconectarlo de la corriente para que se descongele la escarcha y, después, secarlo bien. Si una vez seco y conectado de nuevo, vuelve a salir escarcha de forma rápida, es que la puerta está deteriorada y no cierra bien.

6. OPTIMIZA SU TEMPERATURA

Programa tu nevera a una temperatura óptima. La recomendación general es que la temperatura del frigorífico sea de 5ºC y la del congelador de -18ºC.

7. HAZ UN BUEN USO

• No dejes abierta la puerta más tiempo del necesario. Parece un consejo muy obvio, pero ¿nunca has dejado la puerta de la nevera abierta mientras dabas un trago de agua o llenabas el vaso de leche? o, ¿mientras guardabas la compra? Son malos hábitos que ocurren con más frecuencia de la que imaginas.
• No introduzcas comida caliente en la nevera ni en el congelador, espera a que se ponga a temperatura ambiente.

8. CÓMO DESCONGELAR ALIMENTOS

Si no tienes mucha urgencia, descongela los alimentos en la nevera. Saca el alimento que quieras consumir el día de antes o unas horas antes y ponlo en el frigorífico para que se descongele ahí en lugar de a temperatura ambiente.

9. QUÉ HACER SI TE VAS DE VACACIONES

Si te vas de vacaciones unos días no conviene desenchufar la nevera, aunque sí puedes ponerlo en modo eco o vacaciones. Si te marchas por un periodo largo de más de tres semanas, puedes desenchufarlo por completo para ahorrar, siempre que se encuentre vacío.

10. CÓMO COLOCAR LOS ALIMENTOS:

• Aprovecha al máximo el espacio ordenando los alimentos pero sin apretarlos. No la llenes a tope. Un punto intermedio, ya que es necesario que circule el frío correctamente. Si sois pocos en casa y no la llenáis casi nunca, te recomendamos que dejes dentro botellas de agua, para que la nevera no trabaje enfriando únicamente el aire de los huecos que, además, al abrir la puerta, se pierde rápidamente ese aire frío y con él el esfuerzo realizado por el frigorífico.
• Coloca los alimentos en el lugar indicado para cada tipo de producto. Así, además de ahorrar energía. conservarás mejor y durante más tiempo la comida.
  A continuación te indicamos cuál es el lugar reservado para cada tipología de producto.

Cómo colocar los alimentos en la nevera para ahorrar energía

Aunque no te lo creas, solo con ordenar bien los alimentos en la nevera, conseguirás que gaste menos energía y ahorrarás. Además, los alimentos se conservarán en buen estado durante más tiempo.

• Balda superior y Puerta: son las partes menos frías del frigorífico. Coloca aquí aquellos alimentos que menos frio necesitan para conservarse como, por ejemplo, huevos, bebidas, salsas, mermeladas, alimentos ya cocinados (sobras) y, en definitiva, cualquier envase que necesite conservarse en frío una vez abiertos. Preferiblemente, utiliza la puerta para productos poco perecederos como bebidas, salsas o mermeladas, ya que la temperatura de la puerta oscila más que en otros puntos del frigorífico y esos alimentos podrían estropearse.
• Baldas intermedias: aquí lo más recomendable es colocar los productos lácteos como quesos y yogures y, también, embutidos.
• Balda inferior: es la parte más fría del frigorífico. Aquí deben colocarse los productos frescos como carne o pescado.
• Cajones: los cajones de la parte inferior están destinados a las frutas y verduras. Son los alimentos que necesitan más frio y, al estar abajo y separados del resto, es el lugar ideal para ellos. Te recomendamos separar la fruta de la verdura.

Un truco extra; puedes guardar la fruta y la verdura separada en una bolsa o malla transpirable dentro de los cajones de la nevera y conseguirás que se conserven durante mucho más tiempo.

• Cajones especiales: algunos nuevos frigoríficos también disponen de cajones especiales a 0 grados. Si es tu caso, puedes conservar ahí la carne y el pescado.
• Fondo: tampoco se deben colocar alimentos delicados en el fondo de la nevera. Es una zona muy fría y podrían deteriorarse o, incluso, llegar a congelarse. 

Por último, queremos recordaros que hay alimentos que no necesitan ser conservados en la nevera y otros que no se deberían congelar porque, aunque no tiene nada que ver con un mayor o menor consumo de energía del frigorífico, sí que podrían presentar alteraciones en su sabor o en su textura.

Alimentos que puedes evitar guardar en el frigorífico

Hay determinados alimentos que no son recomendables guardarlos en la nevera, como el pan, pan de molde, bollos, miel, queso curado, chocolate, aceite, conservas, café y especias, entre otros.

Alimentos que no debes congelar

También hay ciertos alimentos que no se deben congelar. Algunos ejemplos son: leche, yogures, patatas, verduras que se comen crudas, huevos ni frutas.

Con todos estos trucos, tu frigorífico optimizará su trabajo y será más eficiente. Y tu podrás ahorrar en tus facturas eléctricas.