¿Cuánto puedes ahorrar con electrodomésticos eficientes? Las claves de las etiquetas energéticas

¿Cuánto puedes ahorrar con electrodomésticos eficientes?

Los electrodomésticos de eficiencia energética alta suponen un desembolso inicial más elevado, pero se amortizan durante su vida útil, ya que el gasto energético mensual por su uso es bastante inferior al de electrodomésticos menos eficientes.

Veamos algunos ejemplos de cuánto ahorro supondría según cálculos de ANFEL (Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores Electrodomésticos):

• Si sustituyes un frigorífico de 15 años por uno de máxima certificación energética o de Clase A+++, puedes ahorrar hasta 120,59 €/año. Si cambias uno de 5 años, el ahorro sería de 72,63 €/año.
• Si cambias un lavavajillas de 15 años por una de Clase A+++ puedes ahorrar al año 64,96 € y si lo reemplazas por uno de Clase A++, 59,69 €/año.
• Si reemplazas una lavadora que tiene 10 años por una de clase A+++, el ahorro sería de 33,32 €/año.

Igual no te parece mucho, pero si sumas el ahorro que te supondría al año sustituir los principales electrodomésticos de tu vivienda por unos eficientes, el ahorro puede rondar los 500 euros al año. Y este puede ser todavía superior si contratamos una tarifa de luz con discriminación horaria y ponemos en marcha los electrodomésticos que más consumen en las horas valle, que son las más económicas.

Con el comparador de Watiofy puedes comprobar cuánto puedes ahorrar al año si cambias de tarifa por una más económica que se ajuste mejor a tus necesidades de consumo.

Las claves de las etiquetas energéticas: antiguas vs nuevas

En marzo de 2021 entra en vigor el nuevo etiquetado de eficiencia energética, aunque ahora mismo podemos encontrar aparatos que ya incluyen ambas etiquetas, las actuales y las que se incorporarán nuevas.

En las etiquetas de eficiencia energética aparece cierta información relevante para el consumidor, esta información pretende ser más clara en el nuevo etiquetado.

• Código QR: las nuevas etiquetas incorporan una novedad que no tienen las actuales; un código QR para escanear con el teléfono móvil y acceder a más datos del producto. Esta información se almacena y actualiza en la base de datos de productos de la Unión Europea (EPREL).
• Clases energéticas: se trata de una escala que va de la letra A, la más eficiente, a la G, la menos eficiente, y cada una tiene asociado un color, de verde a rojo. En las etiquetas actuales diferencian tres tipos en la letra A que son A+, A++ y A+++ (cuantos más signos +, más eficiente es el aparato).

Estas tres clases desaparecen en las nuevas etiquetas y se sustituirán por la clase B o C, según donde encaje más cada electrodoméstico. A partir de marzo no habrá ningún electrodoméstico de clase A, esta se reserva para los más innovadores y eficientes que vayan apareciendo en el mercado.

Podemos determinar que a partir de la letra C es decir, del color amarillo al rojo, es donde se encuentran clasificados los electrodomésticos que consumen más energía. Con esta nueva escala, se pretende que estos aparatos acaben desapareciendo y surjan nuevos con mejoras.

• Clase asignada al producto: corresponde al grupo al que pertenece el producto en cuestión que lleva incorporada la etiqueta que estamos leyendo.
• Consumo energético anual: son los kWh medios al año que necesita para funcionar el aparato. En las nuevas etiquetas aparecerá destacado en el centro de la etiqueta para darle mayor importancia a este concepto.
• Pictogramas: son unos iconos intuitivos que aportan info adicional. Por ejemplo, consumo de agua, ruido emitido, capacidad de carga, etc. Según de qué electrodoméstico se trate incorporará unos u otros.