Válvulas termostáticas: cómo ahorrar gas con ellas

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¿Qué son las válvulas termostáticas?
Las válvulas termostáticas son unas piezas que se colocan en los radiadores para regular de forma automática y precisa la temperatura de las estancias de la casa.
Su función consiste en regular el caudal de agua que circula por el radiador con el fin de conseguir una temperatura confortable y permitir un ahorro energético.
En Europa se utilizan desde hace más de 60 años pero, en España, no está tan extendido su uso.
¿Cómo funcionan?
El funcionamiento de las válvulas termostáticas es muy sencillo.
- Apaga la calefacción y vacía todo el circuito purgando los radiadores.
- Coloca la válvula en uno de los laterales del radiador, empezando por desenroscar la válvula ya adherida al radiador y, después, colocando el cabezal termostático.
Asegúrate antes de que la válvula elegida es compatible con tu radiador.
Y, si ya disponías de una válvula termostática, purga los radiadores antes de retirarla y luego retírala con una llave inglesa y un destornillador. - Escoge la temperatura deseada girando la válvula:
– Si la temperatura seleccionada es mayor que la que hay en la habitación, la válvula abre el radiador para que pase el agua y se genere el calor.
– Si la temperatura elegida es menor, se cierra el paso del agua y el radiador deja de emitir energía.
Tipos de válvulas termostáticas
Existen diferentes tipos de válvulas termostáticas aptas para tu vivienda:
- Válvulas termostáticas con cabezal mecánico: dispone de una rueda giratoria, con números del 1 al 5 generalmente. Con ellos controlas la temperatura que deseas obtener en la habitación.
- Válvulas termostáticas con cabezal electrónico: dispone de un panel de control, formado normalmente por una pantalla y un teclado, para regular la temperatura. Permitiendo programar horarios y temperatura de todas las estancias de la casa.
- Válvulas termostáticas con cabezal electrónico a distancia: igual que la anterior pero permite ajustar la temperatura en remoto o desde una app en el teléfono móvil, por medio de un crono termostato centralizado ubicado en cualquier punto de la casa.
Los precios oscilan entre 15 y 70 €. Las electrónicas a distancia son más caras que el resto, pero afinan mucho más el control de la temperatura y aportan mayor comodidad para el usuario.
Ventajas de las válvulas termostáticas
Las válvulas termostáticas permiten obtener un importante ahorro de energía y el máximo confort en tu hogar. Incluso controlar la temperatura de habitaciones vacías que están derrochando energía sin necesidad. Y se adaptan automáticamente a los cambios de temperatura de la habitación.
Las principales ventajas que aportan son:
- Ahorro de energía y dinero hasta en un 20%
- Confort de la vivienda
- Eficiencia energética de la instalación
- Respetuosas con el medio ambiente
- Poco mantenimiento
- Larga vida útil
- Amortización a corto-medio plazo
Si usas las válvulas termostáticas adecuadamente, te permitirán ahorrar hasta un 20% en calefacción y pagar menos en tus facturas de gas.
Recomendaciones de uso
- Si vas a estar un periodo largo de tiempo ausente en tu vivienda, durante el invierno, ajusta la válvula en la posición anti hielo (T).
- Durante el verano, con el sistema desactivado, ajusta la válvula en el número más alto.
- Si vas a abrir las ventanas para, por ejemplo ventilar, cierra antes la válvula para no derrochar calor.
- No cubras el cabezal termostático para que funcione correctamente.
En los siguientes enlaces te damos más trucos sencillos para ahorrar en tus facturas de gas: