Cómo ahorrar en la factura de luz de una segunda vivienda
Está genial contar con una segunda vivienda donde poderte ir a desconectar el fin de semana o durante las vacaciones. Pero, tenerla, también supone mantener unos gastos fijos mensuales, como los de los suministros de energía.
En esta guía hemos reunido los principales conceptos que debes tener en cuenta para ahorrar en las facturas energéticas de una segunda residencia. Para que también puedas desconectar y despreocuparte de tu factura de la luz.
Optimizar el contrato del suministro eléctrico
Hay cuatro factores importantes, de nuestro contrato de suministro eléctrico, en los que debemos fijarnos para tratar de optimizarlo y pagar menos.
1. Dar de baja el suministro de luz. ¿Sí o no?
Mucha gente se plantea dar de baja el suministro de luz de una segunda vivienda para ahorrarse los pagos recurrentes, ya que no van a vivir en ella. Pero, lo cierto es que si no la tienes a la venta, ni vas a estar un periodo largo de tiempo sin acudir, como podría ser casi todo un año, no suele compensar dar de baja el suministro porque volver a darlo de alta cuando quieras regresar, te supondrá unos costes que pueden superar los gastos fijos de tu factura de la luz.
Lo mejor que puedes hacer es informarte llamando a tu comercializadora para conocer cuánto cuesta volver a dar de alta la luz y, así, que puedas calcular si te compensa mantener el alta del suministro asumiendo los costes fijos o si te compensa darle de baja.
Aunque no des de baja el suministro eléctrico, puedes ahorrar en tus facturas mensuales de tu casa deshabitada. En las siguientes líneas descubrirás cómo.
2. Reducir la potencia contratada
Una de las cosas más prioritarias que te recomendamos hacer para ahorrar en la factura de la luz de tu segunda vivienda es reducir la potencia contratada.
Como sabes, la potencia a contratar depende de los electrodomésticos que vayas a usar a la vez y supone unos gastos fijos independientemente de si consumes o no electricidad. Por ello, es fundamental ajustarla para pagar solo por lo que necesitas. Puedes reducirla al mínimo y cuando vivas allí, organizarte y procurar no encender muchos electrodomésticos a la vez. Quizás con 3,45 kW sea suficiente para tu segunda residencia.
Cuanta más potencia tengas, más pagarás. Reduciendo la potencia contratada puedes ahorrar hasta 60 euros al año.
Si se trata de una residencia para disfrute de fin de semana, lo más recomendable, de cara al ahorro, es contratar una potencia más elevada en las horas valle y una más baja en las horas punta, dado que todas las horas de los días festivos y los fines de semana son periodo valle y resulta más económico el consumo.
Pero, ¡ojo! Tampoco es cuestión de bajarla al mínimo y que, cuando la habitemos, no podamos disfrutar de ella porque salte el automático constantemente.
Si no sabes cuál es la potencia que te interesa tener, puedes revisar tu consumo habitual a través de la web de tu distribuidora para hacerte una idea o puedes consultar a nuestros asesores energéticos que te ayudarán encantados en el 91 91 98 300.
Recuerda que hasta el 31 de mayo de 2022 puedes cambiar hasta 2 veces la potencia gratis. Solo tendrás que abonar los costes de los derechos de acometida en caso de aumentarla. Para realizar cambios en la potencia contratada, puedes hacerlo a partir de tu área privada de cliente de tu comercializadora o llamando a atención al cliente.
3. Ajustar la tarifa eléctrica
Otra de las tareas que te conviene hacer es estar atento para mantener siempre una de las mejores tarifas del mercado. Esto es realmente fácil con la ayuda de comparadores de tarifas, subiendo una factura de la luz a nuestro comparador gratuito sabrás al instante si existe una tarifa más económica que la tuya actual y podrás cambiarla también gratis.
Algunos conceptos a valorar a la hora de decidir si cambiar o no de comercializadora son:
- No contrates la misma tarifa que en tu residencia habitual, ya que tus necesidades seguramente serán diferentes.
- Trata de buscar un precio del kilovatio hora más económico.
- Pregunta si pueden ofrecerte algún descuento sobre el término fijo.
- Hay comercializadoras que ofrecen tarifas especiales para segundas viviendas. Por ejemplo: oferta de horas o días con descuento o precio especial, precios más competitivos en verano y fines de semana, etc.
- Si solo vas a tu segunda residencia fines de semana y festivos, te interesa una tarifa de 3 precios en función del tramo horario, de tal forma que pagarás menos por tu consumo valle, que será el que mayor realices.
- Procura fijarte bien en la letra pequeña de las promociones, si tienes algún descuento o promoción, asegúrate de cuándo finaliza y a qué precio te cobrarán el kWh después.
- Intenta que tu nueva tarifa no tenga ninguna permanencia.
Recuerda que puedes cambiar de compañía y de tarifa siempre que quieras sin coste. Salvo que tengas permanencia en tu contrato, en cuyo caso te cobrarán una penalización por cambiar antes de su vencimiento.
4. Anular los servicios de mantenimiento
Es posible que en tu factura figure algún concepto adicional como un servicio de mantenimiento que puedes no necesitar y te está encareciendo la factura. Evita este tipo de extras si no los vas a usar, quizás ya estén incluidos en el seguro de hogar.
Pero cuidado, verifica que en algún seguro dejes cubierto al menos lo básico, porque al ser una vivienda en la que estás mucho tiempo sin ir, puedes llegar un día y encontrarte con una gran avería que te suponga perder tiempo y costes elevados para tratar de resolverla.
¿Cuál es la mejor tarifa para mi casa y qué potencia necesito? Nuestros asesores están disponibles para ayudarte a optimizar tu factura de la luz y que pagues menos. ¡Solo tienes que llamarnos gratis al 91 91 98 300!
Controlar el consumo fantasma o en stand by
Si vas a estar un largo periodo sin ir, sí puedes asegurarte de dejar todos los aparatos eléctricos desenchufados para que no consuman nada. Ya sabes que hay algunos dispositivos, como la televisión, el ordenador, el router o el microondas, entre otros, en los que se queda un pilotito encendido si no los desenchufamos del todo y nos provocan un consumo constante.
Si dispones de caldera, calentador o termo eléctrico, también deberías desenchufarlo.
Para evitarlo, puedes desenchufarlos de la corriente, si están conectados a regletas puedes desenchufar directamente la regleta o, incluso, apagar el cuadro eléctrico de la vivienda si no hay nada que necesites dejar en marcha. Así te aseguras de que el consumo de electricidad es de 0 y solo pagarás la parte fija de la factura. Descubre aquí las claves para entender y evitar el consumo en stand by.
Controlando el consumo en stand by puedes ahorrarte más de 50 euros al año.
Además de apagar el cuadro eléctrico, también conviene cerrar la llave de paso del gas y del agua, para evitar fugas o inundaciones.
Comprobar el aislamiento térmico
En segundas viviendas, al estar mucho tiempo cerradas, a veces nos encontramos con problemas de humedad. Para reducir la sensación de frío que provoca, puedes colocar un humidificador.
De todos modos, lo mejor que puedes hacer es aislar térmicamente la vivienda si no lo está ya. Porque conseguirás reducir el frío que hace en ella en invierno y el calor en verano, ahorrando energía por un menor uso de la calefacción o el aire acondicionado y pagarás menos en tus facturas. También evitarás los ruidos, la humedad y harás tu casa mucho más confortable y eficiente.
En este post te contamos 5 trucos para aislar tu casa del frío sin obras y de forma económica para ahorrar en los sistemas de calefacción y aire acondicionado. Y, en esta guía, te explicamos paso a paso cómo puedes aislar las ventanas tú mismo, ya que es la zona por donde más se pierde energía y, además, ganarás en seguridad y pagarás menos en tus facturas.
Si estás pensando hacer alguna reforma para acondicionar tu casa y dejarla bien aislada de frío y ruidos, consulta este post donde te hablamos de los mejores aislamientos.
Monitorizar de forma remota el consumo eléctrico
Algo interesante que podemos realizar periódicamente es monitorizar el consumo de energía en tiempo real. De esta forma sabremos cuánta energía está consumiendo nuestra vivienda vacía o cuando habitamos en ella y, a partir de esta info, podemos tomar decisiones que nos ayuden a ser más eficientes y ahorrar tanto energía como dinero.
Esto se puede hacer registrándote en la web de la distribuidora de luz, donde te muestra las gráficas del consumo realizado. Pero aún es más interesante consultarlo a través de wattmo.com.
Wattmo es una herramienta que hemos desarrollado para ayudarte a ser más eficiente energéticamente y ahorrar. Desde aquí no solo podrás consultar los consumos y la potencia máxima demandada de una forma muy sencilla, sino que también podrás configurar alertas para que te notifique si se produce algún consumo extraño en un periodo que no has estado en la vivienda, si se ha producido alguna avería en algún electrodoméstico, si te has dejado algo en marcha, si alguien ha podido acceder a la vivienda, alertas para evitar consumos en hora punta, etc.
Y, desde wattmo, puedes gestionar tanto tu residencia habitual como la vacacional en cualquier momento y desde una única herramienta, incluso comparar el consumo de ambos inmuebles.
Ser más eficiente energéticamente
Según el uso que le des a tu segunda vivienda, puedes necesitar dejar el frigorífico conectado para dejar algún alimento, especialmente, en el congelador. Como no vas de forma habitual, puedes conseguir que el frigorífico consuma menos electricidad poniéndolo en el modo vacaciones, si lo tiene. Esta función te permite mantener el congelador lleno y el frigorífico a una temperatura más alta para que consuma lo mínimo, ya que no necesitas que mantenga la temperatura en su interior porque no hay ningún alimento que necesite conservarse en frío hasta que regreses.
Cuando no vayas a estar en casa y tengas el frigorífico vacío, puedes subir la temperatura a 14 grados (es a la que se programa de forma automática en el modo vacaciones) y te permitirá utilizar el congelador mientras la nevera no consume apenas.
Cuando regreses a vivir a tu segunda vivienda, también puedes ahorrar energía y dinero a partir de pequeños hábitos mientras vives en ella como, por ejemplo:
- Utilizar programas eco en el lavavajillas o programas fríos en la lavadora.
- Instalar electrodomésticos o aparatos con etiquetado de alta eficiencia (especialmente el sistema de aire acondicionado si es una casa a la que acudes en verano o el de la calefacción si por el contrario acudes más en invierno).
- Usar el ventilador en vez del aire acondicionado si el calor no es excesivo. O usar el ventilador simultáneamente con el aire acondicionado o la calefacción para ahorrar energía.
- Mantener la temperatura óptima; el aire acondicionado a 25 grados en verano o la calefacción a 21 grados por el día y 18 por la noche.
- Cambiar todas las bombillas por unas led o de bajo consumo.
Y, si quieres más consejos de ahorro energético, no te puedes perder este post.
Esperamos que esta completa guía te ayude a ahorrar y despreocuparte por las facturas energéticas de tu segunda vivienda y que disfrutes al 100% de tenerla.